Sueño con escritores
Soñé con un evento mundial de escritores. Se realizaba en Alemania.
Era un auditorio enorme, parecido a un gran estadio deportivo, y había miles de escritores que se turnaban para hablar y contar la situación por la que atravesaba la literatura en sus paises. La lengua elegida era el inglés. (Un dato curioso: existen países que no tienen escritores, son los menos.)
De Argentina, había treinta y pico de escritores, entre los cuales pude reconocer a Martini, a Piglia, a Mempo, a Saer, a Dorigo, a Battista y a otro de cuyo nombre no me acuerdo (creo que era Quiroga, pero como ese murió hace mucho prefiero no arriesgar).
Martini, Piglia y Saer andaban en grupo, se movían de un lado para el otro, siempre en bloque, pero el único que hablaba era Piglia. Se quejaba de que lo único que les interesaba a los alemanes y a todos los europeos sobre la literatura argentina era Aira.
Dorigo y Battista también se quejaban, pero de Mempo que, envuelto en un poncho de motivos coyas, tocaba chacareras con su Antigua Casa Núñez y acaparaba a todas las minitas.
Había llegado el momento de que Piglia hablara. El auditorio estaba en silencio. Contó sobre su novela "Respiración Artificial", se demoró más de dos horas en explicar el sentido del título (ya se sabe que en inglés no suena igual que en español). Después comenzó la ronda de preguntas y el primero en disparar fue un italiano, discípulo de Pavese, que preguntó para cuándo tenía pensado Piglia publicar la segunda parte de la novela. Piglia le respondió que si él (el italiano) pensaba que a "Respiración Artificial" le faltaba una segunda parte, que entonces leyera "El agua en los pulmones" de su amigo Martini. La segunda pregunta, formulada por un alemán, fue la que desencadenó el final del sueño, porque el tipo se paró y dijo: Cuéntenos sobre Aira, queremos saber más sobre él. Piglia enrojeció. Martini miró hacia arriba y Saer se desmayó. (A Mempo se le cortó una cuerda. De Dorigo ni Battista volví a saber.)
Entonces, Piglia tomó aire y dijo (en inglés, of course): Creo que aquí, en Europa, hay una gran confusión, porque Aira, se los tengo que decir de una buena vez, Aira no existe. César Aira es el seudónimo que utilizamos nosotros, el resto de los escritores argentinos, para publicar nuestras novelas mediocres, malas, en fin, nuestros abortos literarios.
Comentarios
César Aira