El precio de un buen corazón


La que sigue es una historia real, se la escuché contar a uno de sus protagonistas.
Carlos y Turi eran dos amigos que ya habían pasado los sesenta años. A Turi tuvieron que hacerle un transplante de corazón.
Tiempo después, Carlos lo llamó para pedirle si podía prestarle diez mil pesos. Turi le dijo que no había ningún problema: “¿Cómo querés que hagamos, Carlitos, ¿querés que te los mande a tu casa?”. Entonces Carlos le dijo que en realidad no necesitaba nada, sólo estaba probando que le hubieran puesto un corazón tan bueno como el que tenía antes.

Comentarios

Fabián Dorigo dijo…
No se duerma Baigorri, la posteridad no se lo va a perdonar jamás.

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