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Todavía galopan (still de video superpuestos)

Nunca me fui. O sí. Pero nunca dejé de escribir. La última entrada en el blog es de enero del 2014, casi 8 años atrás. No sé qué pasó. Dejé de trabajar para la petrolera y me tiré de cabeza en el arte. Acá aparece una pregunta que nunca me había hecho. ¿Ya en ese entonces me sabía artista? Calculo que sí, pero no sé si con la fuerza que lo siento ahora. Perdí mucho tiempo, gané dinero, sí, seguro; pero ahora lo estoy recuperando. Increíble que vaya a hacer esto de volver a publicar en un blog. El impulso viene de haberme asomado al universo descentralizado -por ahora- de los nft, donde el clima me recuerda a la vieja Internet, con un espíritu más colaborativo, si bien, y esto es transparente para los integrantes, el dinero es el objetivo. Arte y dinero parecen convivir. Es coleccionismo a diestra y siniestra. Es un instante mágico que vaya a saber unx cuánto durará. Veremos. No voy a compartir estos posteos en ninguna red. Quedarán acá, en este gran basurero a cielo abierto, en estado público a la vista de nadie. Lo usaré como método para mejorar la constancia. Veremos. Me gusta el blog como medio de publicación. Es una tecnología vieja en Internet. Y ni hablemos de Blogger. Estoy escribiendo, con altibajos pero con cierta frecuencia. La llama terminó de avivarse en un taller que hice en el programa de arte, con I Acevedo y Carlos Huffmann. Al principio estaba negado, porque quería hacer foco en la obra visual que estaba trabajando, hasta que algo irrumpió y salió. Fue como apretar un grano largamente sobado. Los textos que vinieron con la primera erupción fueron bien recibidos, fundamentalmente por mí. Al releerme me encontraba muy a gusto con lo escrito. Luego vino la muestra final del programa y a todas las energías las puse ahí. También me sentí muy a gusto con esa parte, con la experiencia y con el recibimiento de la obra. En uno de los encuentros finales, Carlos me dijo que siguiera escribiendo, que le gustaría leer más. Hizo este comentario cuando yo trataba de sacarle alguna opinión sobre mi obra. Recuerdo siempre lo que me decía Leopoldo. Somos negros, nos enceguecen las rubias. No sé si me dan ganas de leer las entradas antiguas. Veo que las primeras son del 2006. Un par de poemas, todos feos.


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